Cientos de personas migrantes se apostaron en el puente internacional Paso del Norte para suplicar al gobierno de Biden que les deje pasar a territorio estadounidense; rumor de que se les permitía cruzar a Estados Unidos provocó la concentración en el cruce que une a Ciudad Juárez con El Paso, Texas
Ciudad Juárez – En un intento de ingresar a Estados Unidos, cientos de personas migrantes se manifestaron en la joroba del puente internacional Paso del Norte, que fue cerrado por varias horas por las autoridades estadounidenses con alambre de púas y barricadas para frenarles el paso.
“Queremos pasar, queremos pasar”, gritaban al unísono los hombres y mujeres –algunos de ellos con niños y niñas en brazos, de la mano o en carriolas– que se arremolinaban en la estructura del cruce internacional hasta donde llegaron por un rumor difundo en redes sociales de que se les iba a permitir entrar a Estados Unidos por ser Día del Migrante.
Las personas en movilidad de diferentes países, en su mayoría venezolanos, exigían a las autoridades estadounidenses una pronta respuesta en sus solicitudes de asilo para ingresar a territorio estadounidense de forma legal y se quejaban por el funcionamiento de la aplicación móvil CBP One.
“Estamos protestando de una forma pacífica y queremos que nos digan qué es lo que van a hacer y nos den respuesta sin hacer quemadas de gas”, dijo Leonardo, migrante de Venezuela de 38 años.
“Que nos digan si nos van a recibir o si no nos van a recibir. Si no, bueno, me regresaré o veré a qué otro país nos iremos nosotros. Soluciones, queremos soluciones”, expresó.
Los migrantes aseguran que están frustrados por las fallas en la aplicación para tramitar citas para asilo, por la inseguridad y redadas de las autoridades migratorias mexicanas, así como por la precariedad en la que sobreviven en las calles de Ciudad Juárez.
Ante la protesta, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) del gobierno de Estados Unidos cerró el puente Paso del Norte al tráfico vehicular y peatonal en sentido de sur a norte y viceversa. Decenas de agentes con escudos antidisturbios esperaban detrás de barricadas y alambre de púas. El personal del Departamento de Seguridad Pública de Texas también participó en las acciones para frenar a los migrantes.
En un comunicado oficial, CBP detalló que un grupo de individuos se congregó en el lado mexicano del puente “presentando una potencial amenaza de realizar una entrada masiva”, por lo que se desplegaron barreras para restringir la entrada vehicular o peatonal por el puente internacional. Cerca de las 5:30 de la tarde el cruce fue reabierto.
La concentración de los migrantes en el cruce que une al centro de Ciudad Juárez con El Paso, Texas, comenzó a registrarse cerca de las 11 de la mañana de este 12 de marzo cuando las personas se comenzaron a juntar a los costados de las casetas de cobro del cruce internacional.
Inicialmente, no obstruyeron el paso de vehículos y peatones, pero cerca de la 1:30 de la tarde, cuando los migrantes tomaron el cruce y subieron la joroba, hombres, mujeres y niños corrieron hacia el norte, los pequeños gritaban que habían logrado entrar a Estados Unidos pensando que al pasar las casetas de peaje del puente estaban de lado estadounidense.
A mitad del puente, justo en el límite fronterizo, los migrantes se toparon con los agentes del Servicio de Aduana y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés), quienes habían colocado barreras de plástico y de concreto, un alambre de púas y una malla.
Los oficiales estadounidenses también formaron una valla, atrás del alambre de púas y de las barreras. Se implementaron acciones de las fuerzas CBP Mobile Field para frenarlos de lado mexicano, se informó.
Las personas migrantes se vieron forzadas a detener su paso en el límite internacional, junto al alambre de púas, y con los puños arriba comenzaron a gritar “queremos entrar”.
“Por favor háganse pa’ atrás”, ordenaba una y otra vez un oficial al tiempo que extendía el alambre de púas utilizando un guante”.
Frente a él, Génesis Parra gritaba “hungry, hambre. Los niños, hay niños chiquitos, por favor déjennos pasar. Ayuda, hungry, hambre, los niños, por favor hasta cuándo, ayuda, no es justo. Por Dios, soy de Venezuela, ya no puedo más, ayúdennos”.
Al ver que algunos de los migrantes comenzaron a levantar una de las barricadas y a tratar de mover el alambre de púas, los oficiales estadounidenses rociaron gas lacrimógeno y lanzaron balas de goma, obligando a las personas a retroceder.
“Somos seres humanos, somos seres humanos y tenemos derecho, no es justo que nos traten así, no es justo. Llevamos niños, no les importa; y tenemos mucho tiempo en México y nos roban, nos roban, abusan de nosotros. Ya no aguantamos. Ayuda, exigimos ayuda. Dónde están la ONU. La ONU necesitamos que esté aquí”, gritaba desesperada una mujer que cargaba sobre sus hombros a un niño pequeño.
Otras mujeres con bebés en brazos lloraban y al tiempo que buscaban ponerse a salvo.
Con el uso de gas lacrimógeno y balas de salva se retiró gran parte de la concentración. A través de un alta voz un mensaje grabado que se repetía automáticamente alertaba a las personas que ese sitio del puente internacional era un área restringida federalmente.
“La entrada o movimiento no autorizado después de este punto dará lugar a la detención o uso de la fuerza”, informaron por el altoparlante las autoridades de CBP.
Varios migrantes dijeron que estaban ahí porque la aplicación móvil CBP ONE, a través de la cual se deben agendar citas para presentarse en los puertos de entrada y solicitar una excepción a Titulo 42 y asilo, no funciona.
“Esto de la página no sirve, sencillamente aquí los que más sufren son los niños. Soy madre de tres pequeños, logré agarrar la cita. La mía, aquí la pueden ver, y mis hijos también… lo tenían para hoy. Simplemente el funcionario llegó y me echó para afuera y me dijo que no”.
“Le expliqué: ‘señor, tenga misericordia’. ‘No’, me dijo, ‘devuélvase, intente lo familiar, que salgan todos en una misma cita’… esto de CBP ONE es una mentira, me devolvieron con mis niños pequeños”, dijo Luisana Valenzuela mientras mostraba los documentos que acreditaban las citas.
Un grupo de los migrantes, al ver que no podían internarse a Estados Unidos por ese puente internacional, corrieron hacía el río Bravo, al lado donde se encuentra el llamado Puente Negro, para buscar algún hueco en el muro metálico por donde internarse al vecino país.
Los migrantes formaron una valla muy larga, frente al río Bravo. Pero también las autoridades estadounidenses se desplegaron hacia el mismo punto, a bordo de decenas de unidades.
Algunos migrantes caminaron sobre el Puente Negro y se aproximaron al muro metálico e incluso hablaron con los agentes, quienes portaban armas. Hasta donde se pudo observar, ninguna persona migrante cruzó a Estados Unidos.
El coordinador general del Consejo Estatal de Población (COESPO), Enrique Valenzuela, informó que los migrantes fueron engañados pues se les dijo que este 12 de marzo era el Día del Migrante y se les iba a permitir entrar a Estados Unidos, eso y sumado a la desesperación de estar varados en la frontera de Juárez los llevó a tomar el cruce internacional.
“Es mucha la impaciencia, ya ha sido mucha la desesperación, y se fueron juntando cada vez más personas. Finalmente lograron ingresar aquí al puente, llegaron hasta la mitad, encontraron que efectivamente estaba cerrado el puente, la autoridad americana ya había activado el protocolo de seguridad para cerrar la mitad del puente, muchos se regresaron, han estado yendo y viniendo”, declaró Valenzuela.
El funcionario señaló que se estaba dando a conocer los mecanismos oficiales para entrar a Estados Unidos, básicamente la aplicación CBP One y aseguró que no se haría uso de la fuerza pública para desalojar el cruce internacional.
Rogelio Fernández Irigoyen, director general del Fideicomiso de Puentes Fronterizos de Chihuahua, señaló que fueron las autoridades estadounidenses quienes disuadieron a los migrantes de internarse ilegalmente a Estados Unidos, con balas de goma y gas lacrimógeno y refirió que hasta ese momento se desconocía las afectaciones ocasionadas por el cierre del puente durante unas seis horas.
Fernández refirió que del lado mexicano se dio aviso a la Guardia Nacional, Seguridad Pública Municipal y Estatal, así como COESPO.
Aproximadamente a las 4 de la tarde, elementos de la Guardia Nacional de México llegaron al puente internacional portando armas de fuego y replegaron a los migrantes hasta lograr desocupar el puerto fronterizo. Cerca de las 5:30 de la tarde el cruce fue reabierto.
En un comunicado oficial CBP detalló que además de la situación en el puente Santa Fe, como se llama al Paso del Norte del lado estadounidense, también se presentaron disturbios en otros cruces fronterizos por la llegada de grupos de migrantes.
Se usaron barricadas entre las 2 de la tarde y 2:45 en el puente Stanton, ubicado en la calle Lerdo a pocos metros del puente Paso del Norte, y en el puente Córdova Américas entre las 2:45 pm y 3:30, informó.
Tras permanecer varias horas sobre la joroba del puente del lado mexicano, la concentración de migrantes fue disuadida por agentes de la Guardia Nacional, que arribaron al lugar y se posicionaron frente a la reja metálica y en formación horizontal fueron movilizando a los manifestantes cada vez más hacia el sur hasta despejar el puente.
Tres mujeres venezolanas bajaron el puente desesperanzadas y convencidas de que los rumores de una posible apertura eran falsos.
“Queríamos cruzar, intentar ver si era verdad”, dijo una de ellas. “Aquí llegamos sin comer arrojaron una bomba que sacó humo y quemaron a mi hijo en el cachete, entonces ya vamos como los perros para atrás”.
Guaiter, otro migrante venezolano, mencionó que se acercó al puente junto con otros migrantes con los que vive en un espacio en la colonia Bellavista, para comprobar si los rumores que escucharon eran ciertos.
“Se produjo un rumor entre todo de que supuestamente hoy iban a abrir la frontera por tres horas pero como vimos todos no fue cierto”, dijo. “Nos colocaron vallas y no echaron plomo hasta los niños”.
Desalentados y frustrados con la reacción de autoridades, el hombre y otras personas recurrieron a acercarse al bordo fronterizo e intentar entregarse a autoridades de la Patrulla Fronteriza. Con el río siendo resguardado por la Guardia Nacional Texana, no lograron acercarse más allá del acceso por el puente ferroviario.
A la sombra de una barda, Jefferson descansaba mientras su hija pintaba sus uñas con un esmalte rosado.
“Escuché que abrieron la frontera y nosotros nos vinimos”, dijo Jefferson. “Estábamos por la calle. Hace cinco días que llegamos pero los albergues están llenos, los hoteles están llenos. Es duro”.
No es la primera vez que los rumores de una apertura de fronteras provocan intentos masivos de cruzar. A principios de febrero pasado, cientos de migrantes se movilizaron por el bordo del río Bravo, por la difusión de un falso mensaje de que entrarían a Estados Unidos para ser enviados a Canadá.
En esa ocasión, al igual que este domingo, la concentración de las personas migrantes movilizó a las autoridades migratorias de ambos lados de la frontera, quienes se mantuvieron en alerta para disuadir a las personas de cruzar a Estados Unidos.
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