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Todo evoluciona, y en la guerra, aunque en el fondo no cambie nada, evoluciona más que en ningún sitio. Antes los guerreros llevaban coletos de piel para minimizar los golpes del enemigo, luego cotas de malla que detenían tajos mayores, después armaduras de acero capaces de frenar flechas y ahora chalecos de materiales compuestos que convierten las balas en chatarra. Los escudos del soldado han estado ahí desde que el primer luchador cogiera un pedazo de madera para detener el golpe que le atestaba su enemigo. Hoy, los golpes de ese enemigo llegan del cielo y el escudo ha sufrido su enésima evolución para detenerlos. Los drones se han convertido en las jabalinas del siglo XXI y para frenarlos han llegado los antidrones.

Estos nuevos escudos pueden ser muy diferentes entre sí, los hay fijos, portátiles e incluso de rayos y con forma de fusil, como los que utiliza la Guardia Civil. Un concepto totalmente futurista en el que se usa un arma láser para derribar amenazas aéreas. Estos equipos están en manos de la unidad "Pegaso", especializada en el control de la aviación. Esta unidad cuenta con el Sistema Global Contra Dron (Siglo-CD) para incrementar la seguridad y velar por la integridad de los ciudadanos y está compuesta aproximadamente por 200 agentes, formados en colaboración con la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), Enaire y la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (Ciaiac).

Los sistemas que utilizan para su trabajo están desarrollados por la empresa española Star Defense Logistics and Engineering (SDLE). Tienen forma de rifle y son capaces de realizar una inhibición que interrumpe las comunicaciones entre el dron y su emisora y neutraliza las transmisiones de mando y control, telemetría, enlace de vídeo y señal satélite. Una característica destacada de estos sistemas es que son efectivos contra un número ilimitado de drones.

Los equipos de la unidad pueden detectar un dron en un radio de cinco kilómetros, con un margen de error de cinco metros, y luego neutralizarlo mediante perturbaciones de señal electromagnética.

Aparte de los fusiles futuristas de la Benemérita hay otros sistemas. El "Cervus", por ejemplo, es un sistema antidrón del Ejército de Tierra conocido por haber sido desplegado recientemente en la misión de Mali. Este antidrón posee un tecnología 100% nacional y nace de la colaboración entre la empresa Gradiant TRC y el Regimiento de Guerra Electrónica nº 31. Además, el "Cervus" integra la torre de armas remota "Guardian 2.0" de Escribano.

El "Cervus" posee una serie de sensores que permiten la detección, identificación, localización, seguimiento y neutralización de drones y puede efectuar misiones en estático, instalado sobre el terreno en un base, o en movimiento, en despliegues móviles sobre un vehículo como podría ser el Vamtac ST5 BN3.

El sistema está dotado de un detector de drones basado en radiofrecuencias, una serie de antenas, cámara de vídeo con inteligencia artificial, un dron cautivo que aumenta el rango de visión y varios inhibidores con distintas potencias, entre ellos uno portátil, basado en un fusil RF. Todo esto aporta una serie de capacidades "softkill" que pueden obligar al dron a realizar un aterrizaje, regresar al punto de despegue, dejarlo en vuelo estático o bloquear la transmisión de imágenes desde el dron al operador.

"Crow", o cuervo en español, es el nombre del sistema antidrón fabricado por Indra que protegió el avión "Air Force One" en el que volaba el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante la pasada cumbre de la OTAN de Madrid.

Este dispositivo, antes conocido como "Arms", ya está en servicio en el Ejército del Aire y del Espacio, concretamente en el Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA) situado en la base aérea de Zaragoza. Al igual que el "Cervus", el "Crow" también ha estado desplegado en Koulikoro (Mali) para proteger al contingente español que participa en la misión de entrenamiento de la Unión Europea en el país, conocida como European Union Training Mision (EUTM).

Indra explica que el "Crow" combina el uso de radares, cámaras infrarrojas y sensores de radiofrecuencia para detectar, identificar y clasificar amenazas a varios kilómetros y escoger la contramedida más adecuada para bloquear los enlaces de comunicaciones y de geolocalización del dron, pudiendo integrar medidas de "hard-kill" si es preciso.

El "Crow" funciona, según explica su fabricante, “como “un escudo inteligente, que detecta la presencia de UAV a kilómetros de distancia y las neutraliza si invaden el espacio a proteger". La solución se puede utilizar de forma dirigida para inhibir a un solo dron o a todo un enjambre.

El sistema puede utilizar diferentes técnicas de engaño o confusión para distorsionar los sistemas de autoguiado del aparato y poder dirigirlo hacia un lugar seguro. Permite desde la detección hasta la neutralización de la amenaza, incluyendo la identificación y clasificación de la misma (puede reconocer el tipo y modelo de dron), el registro de eventos, la generación de informes, etc.

El "Cervus" y el "Crow" son las adquisiciones más recientes y innovadoras en las que se ha invertido, pero no son las únicas. En el año 2019 el Ministerio de Defensa ya reforzó sus bases en zona de operaciones con el sistema antidrón de la compañía española ASDT System Europa.

La solución de esta compañía consiste en un sistema de radiofrecuencia para inhibición y el sistema de detección "Sendes". La Policía Nacional ya opera un sistema antidrón de esta empresa catalana que, a través de la inteligencia artificial, permite averiguar el lugar exacto en el que están los pilotos de los drones para neutralizar los vuelos ilegales.

Y la cosa no queda ahí, el Ministerio de Defensa, cuenta con al menos un programa de desarrollo de antidrones, el "Cóndor", que data ya de 2018, y la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) sondea constantemente el mercado para estar al día de las últimas tecnologías, cada vez con más peso en las ferias internacionales del sector, como UNVEX, el mayor certamen de España y uno de los mayores del mundo especializado en el mundo dron profesional donde, al lado de sistemas tan poderosos como los "Predator" estadounidenses o los "Heron" israelíes es fácil ver cualquiera de los sistemas antidron mencionados entre otras muchas soluciones de protección.

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